UTOPÍA

large (5)

Me gustan los atardeceres, e imaginar que alguien los pinta con acuarelas.
Me gustan las luciérnagas, y creer que son estrellas que merodean aquí en la tierra.
También me gustan la luna y el sol, creer que son amantes eternos,
y me gustan las constelaciones, imaginar que son los lunares del cielo.

Me gusta la imposibilidad de lo eterno
y la brevedad de nuestro tiempo.
Me gusta la idea de otras vidas después de ésta
y lo improbablemente probable que así sea.
Me gusta pensar que hay algo mas allá, algo mucho más grande que el mismo universo.
Me gusta también imaginar que hay un cielo y que las nubes son de algodón
y que mi alma ha vivido cien vidas ya.

Me gusta lo profundo e infinito que es el mar,
y la posibilidad de que exista todo un mundo desconocido bajo él.
Me gusta creer que siempre hay alguien acompañándome, y nunca me deja sola,
que al dormir nuestras almas vuelan lejos
que existen los ángeles y demonios
y que en el horizonte se fusionan el cielo y el mar.

Me gusta pensar que al mirar al cielo

Sigue leyendo

11:50

large

El cielo está llorando
también mi alma lo está
son las once y cincuenta
y me siento a pensar.
Las calles están mojadas
la ciudad comienza a soñar
todo está en silencio
y solo se escuchan las gotas
al asfalto y techo golpear,
así se escucha mi alma;
pedazos por aquí, pedazos por allá.

 

 

 

Silencio
¿Dónde estoy?
¿Dónde estás?
¿Nos hemos perdido en el camino?
Más silencio
llueve aun más.

Sigue leyendo

PREFACIO

large (66)Por una última vez necesito ser quien te abrace al dormir,
quien se quede contigo en las madrugadas cuando tus miedos te atacan y no puedas tus ojos cerrar,
y quien te despierte con un beso cuando los rayos del sol que se cuelan entre la habitación alumbren tu rostro.
Deseo, por una última vez, ser quien tome tu mano y te haga sentir que vuelves a vivir, y que aquí quieres pertenecer.
Ser quien te vea por el día en pijamas
y por la noche en tu mejor vestido.
Quiero ser quien baile contigo esta última canción,
quien te cante al oído tu parte favorita de ella,
y quien susurre despacito y con mucho amor, cada línea de tu poema favorito por las noches, para calmar tu alma.
Necesito, por última vez, ser quien te mire a los ojos y así descubras en los míos que estamos destinados a ser
por siempre, y para la eternidad.
Necesito por última vez volverte a ver, y escucharte decir que tú por mí sientes lo mismo,
y que aquí, justo en medio de ti y de mí, nos vamos a quedar.

Marilena Pérez R.

NUNCA A TI

img_2234Podría olvidar mi nombre
mi canción favorita
el solo de guitarra que me llena de euforia
la letra de aquella canción que me sé de memoria
Podría olvidar mi poema favorito
y cada una de sus líneas
el nombre de cada una de las películas que nunca me canso de ver
y mi capitulo favorito de Friends
Podría olvidar la existencia de los poetas que me inspiran
y de las otras musas que en mi alma habitan
Podría olvidar lo mucho que amo la luna
y lo linda que se ve cada noche cuando se asoma sobre mi tejado
Podría olvidar las estrellas, lo mucho que amo verlas brillar
y pensar que una de ellas me pertenece y guarda todos mis sueños, deseos y secretos
Podría también olvidar como se sienten los rayos de sol quemando mi piel
y como se siente la arena en mis pies
el agua corriendo por mi cuerpo
y cómo el viento hace bailar mi cabello
Podría  olvidar a qué sabe mi té favorito
y cuantas cucharaditas de azúcar lleva mi café
Podría olvidar el primer libro que leí
y cuantas noches leyéndolo me desvelé
Podría olvidar el sueño más lindo que alguna vez soñé
y el poema más triste y hermoso que alguna vez escribiré
Podría olvidar aquella melodía que nada por venas
y hace latir mi corazón cuando siente que se queda sin fuerzas
y las razones que me hacen segur andando, incluso cuando Sigue leyendo

A TU PARTIDA

img_2943-1

De nuevo llegué, la casa estaba como siempre pero predominaba algo;

Tu ausencia…

Fui a la cocina y tomé el café, ya estaba frío porque lo dejaste al salir.
Lo llevé a mi boca, sabía a tus labios.
Con pasos vacilantes me dirigí a la habitación, tu aroma estaba intacto.
Ese aroma tan peculiar, ese que sólo tú posees…
Mi ser se inundó en tu ausencia. Sentía una gran pesadez, mi cabeza daba vueltas,
tendí mi cuerpo en la cama, pero sólo fue cuestión de segundos para arrullarme en tu lugar…
Un gran vacío habías dejado con tu partida.
Con el pasar de los minutos el nudo en mi garganta se reforzaba más y más,
pero, no salían las lágrimas…

¿Es así como se siente cuando te apartan de los que más amas?

Tu ausencia, el dolor, me habían secado, tanto, que las lágrimas se habían convertido en un desierto sollozador.
Miro alrededor; están tus fotos, algunas prendas que has olvidado llevar contigo, y tu esencia.
Basta. No se ha ido para siempre. Pienso.
Tan sólo te encuentras a miles de kilómetros lejos de aquí.
Tan sólo te vas por un tiempo… o eso me obligo a creer.
Me levanto.
A arrastras me encamino a la salida.
Miro hacia atrás. Sigue leyendo

MI ROCA

 

3334434Y si esta noche me pierdo, solo espero que sea a tu lado
porque junto a ti no conozco el miedo
no conozco de ataduras
ni de calvarios.

Tú me das las fuerzas necesarias para seguir andando, incluso después de haberlo perdido todo
después de haberse derrumbado todas las paredes que construí a base de lágrimas y heridas del pasado,
e incluso, después de verlo todo prendido en llamas a mi alrededor
y contemplar lo que fue, convertido en cenizas,
y aun cuando me encuentro tendida en el suelo, derrotada y con pedazos de vidrios clavados por toda mi piel, desangrada y casi dada por vencida…
Ahí estás, ahí te tengo;
junto a mí, sosteniendo mi mano y acariciando mi cabello,
esperando por mí, dándome el tiempo necesario para que yo pueda recuperar el aliento y volver a la batalla.

Tú, te quedas justo aquí, teniendo la opción de dejarme y seguir… Sigue leyendo

MARCHITO

img_1844Encontré tu carta, en medio de otros tantos papeles; dentro del sobre encontré dos flores marchitas, y, qué ironía, ¿no?…

Dos flores marchitas dentro de la carta donde me contabas lo mucho que me amabas y adorabas, y hoy, unos cuantos meses después, como las flores, así mismo está marchito nuestro amor, y todas las promesas y palabras plasmadas en aquella carta.

Marchito estás tú en mi corazón, solo quedan las hojas secas de lo que fuiste, de lo que fue, o de lo que yo quería creer.

Te marchitaste, justo cuando comenzabas a florecer. Ahora caen tus hojas, así como cayeron las de mis viejos amores, hojas secas, que no hacen más que ruido y montones, y poco a poco van siendo arrastradas por el viento, lejos de aquí, lejos de mí.

Y no, no duele tanto verte marchitar, verte partir, porque así das paso a un nuevo florecer, y justo ahora flores nuevas comienzan a crecer en mi piel, en mi ser.
 

Marilena Pérez R.

CREER

img_1419Creer…
¿En qué creemos realmente?
Creemos en el amor
Creemos en la vida
Creemos en la religión
Creemos en la política
Creemos en nuestros sueños
Creemos en nuestro futuro y nuestro pasado
Creemos sobretodo en el presente
como si nunca se fuera a acabar
Creemos en nuestros amigos
Creemos en nuestra familia
Creemos en la muerte
Creemos en el cielo
y en el infierno
Creemos en la eternidad
Creemos en el «por siempre»
Creemos ciegamente en las promesas
Creemos en las mentiras que diariamente nos repetimos a nosotros mismos
Creemos, por sobretodo Sigue leyendo

EN MEDIO

Me encuentro justo en medio:
en medio de lo que seré y lo que era
en medio del ayer y del mañana
en medio de mis temores y mis agallas
en medio de sonrisas y lágrimas.

Estoy en medio del amor y el odio
pero más en el amor que el odio
porque estoy en medio de la felicidad y la tristeza
justo en medio;
donde no sé si soy una persona feliz con momentos tristes,
o por lo contrario;
una persona triste con momentos felices.

Estoy en medio,
en medio de lo que todos aplauden y yo me opongo
en medio del abismo y del cielo
estoy ahí, en el limbo, andando como alma en pena.
Estoy en medio de un corazón sano y un corazón roto
en medio de Sigue leyendo

ERES

large-51

Eres ese suspiro que aún contengo en mi pecho
y dejo salir cada tanto cuando te recuerdo.
Eres esa pérdida que quedó por siempre marcada en mi alma,
ese adiós que nunca sabré decir por completo
(pues siempre giro a mirarte a lo lejos).

Eres el deseo reprimido de gritarle al mundo que aquí,
en mi pecho, sigues siendo mío.
El doloroso recuerdo de un amor que lo tuvo todo
y al final no fue nada;
nada más que un amor eterno condenado a caminos separados
y corazones rotos.

Eres los días de inocencia del pasado,
las noches de insomnio en las que nada anhelaba más que tus manos.
Eres ese recuerdo que me mata recordar… Sigue leyendo